Además del Partido Comunista de
China, existen en el país ocho agrupaciones políticas con el nombre
genérico de "partidos democráticos". En lo político, éstos apoyan
la dirección del Partido Comunista, decisión histórica que
adoptaron en el transcurso de su prolongada cooperación y lucha
mancomunada junto con el mismo. En el marco de la Constitución,
todos los partidos democráticos gozan de igualdad en cuanto a
libertad política, independencia organizativa y status jurídico. El
Partido Comunista de China coopera con ellos de acuerdo con el
principio fundamental de "coexistencia duradera, supervisión mutua,
trato recíproco con el corazón en la mano y unidad tanto en la
gloria como en la desgracia".
Los partidos democráticos no son
partidos excluidos del Poder, ni tampoco partidos de la oposición,
sino participantes en el Poder. Actualmente, en los comités
permanentes de las asambleas populares y de los comités de la
Conferencia Consultiva del Pueblo Chino de distintos niveles, en
los organismos gubernamentales, y en los departamentos económicos,
culturales, educativos, científicos y tecnológicos, muchos miembros
de los partidos democráticos desempeñan cargos dirigentes. Por
ejemplo, entre los actuales presidentes de los ocho partidos
democráticos, algunos han sido elegidos Vicepresidentes del Comité
Permanente de la Asamblea Popular Nacional o Vicepresidentes del
Comité Nacional de la Conferencia Consultiva Política del Pueblo
Chino. Al mismo tiempo, el número de militantes incorporados a esos
partidos se ha incrementado en gran medida. Poseen organizaciones
locales y de base en todas las provincias, regiones autónomas,
municipios bajo jurisdicción central y en las grandes y medianas
ciudades.
En noviembre y diciembre de 2002 los
ocho partidos democráticos celebraron sus respectivos congresos
nacionales en los que aprobaron sus propios Estatutos y eligieron
sus comités centrales para el nuevo periodo.
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