La reserva natural de Dinghushan en Zhaoqing, en la provincia de Guangdong, fue la primera que China estableció, en 1956. La de Sanjiangyuan (“nacimiento de tres ríos: Huanghe, Changjiang y Lancang), fundada en agosto de 2000, es, en el país, la mayor por su superficie de 316.000 kilómetros cuadrados, la más alta por ubicarse a 4.000 metros promedio sobre el nivel del mar en el interior de la meseta Qinghai-Tíbet y con la mayor concentración de especies biológicas. Hasta finales de 2002, había 1.757 reservas naturales de diversas clases, con un total de 132,95 millones de hectáreas, lo que implica el 13,2% de la superficie terrestre nacional. Estas reservas desempeñan un papel importante en la conservación de las fuentes de agua, el mantenimiento del agua y el suelo, la disminución del viento, el control de la arena y la estabilización del microclima regional. La provincia de Yunnan dispone de 152 reservas que totalizan 2,8 millones de hectáreas, lo que la sitúa en el primer puesto del país. Asimismo, 22 reservas naturales, entre ellas, Wolong y Jiuzhaigou de la provincia de Sichuan, Changbaishan de la provincia de Jilin, la mencionada Dinghushan, y Baishuijiang de la provincia de Gansu, han sido incluidas por la UNESCO en las “reservas de la biosfera mundial”.