La milenaria historia de la
civilización política de la humanidad ha puesto a prueba en
repetidas ocasiones la siguiente premisa: El régimen político y el
camino hacia la democracia que un país elige, deben adaptarse a sus
propias condiciones nacionales. La política democrática socialista
de China está arraigada en la vasta y fértil tierra, de la cual
depende la nación china para subsistir y desarrollarse durante
milenios, misma que ha fructificado por medio de la práctica
aplicada por el PCCh y el pueblo chino en su lucha por la
independencia nacional, la liberación del pueblo y la prosperidad
del país. Esta opción ha sido asumida según las condiciones
nacionales y el progreso social de China.
Los cinco milenios de historia de la
civilización china, al igual que las civilizaciones del Antiguo
Egipto, la India y Babilonia, transcurrieron en medio de gran
esplendor, dejan- do importantes legados al desarrollo y progreso
de la huma- nidad. La nación china es laboriosa, valiente e
inteligente. Su prolongada historia y sus sólidos modelos
culturales son reconocidos universalmente.
Por largo tiempo China permaneció
apegada a la estructura de la sociedad feudal, y desde el año 1849
fue víc- tima de consecutivas invasiones bélicas de rapiña,
desenca- denadas por las potencias capitalistas de Occidente. La
co- rrupción y decadencia de la clase feudal dominante en China en
aquel entonces fueron creando las condiciones para que se impusiera
de modo gradual una sociedad semicolonial y semifeudal. Por espacio
de unos 110 años desde entonces, China quedó reducida a víctima del
saqueo de casi todos los países imperialistas, grandes o pequeños.
La nación china entró en profunda crisis, mientras que su pueblo
quedaba excluido del disfrute de todos los derechos democráticos,
por la agresión del imperialismo extranjero y por la opresión del
feudalismo nacional. Decididos a cambiar la suerte del país y la
nación, los chinos se levantaron y libraron una heroica lucha
contra la invasión externa y la opresión interna.
Al desarrollar el movimiento por
garantizar la subsis- tencia y salvar a la nación, algunos chinos
vanguardistas pusieron su mirada en Occidente, en busca del camino
para lograr su cometido. Así iniciaron la revolución democrático-
burguesa que, en 1911 y con el Sr. Sun Yat-sen a la cabeza, acabó
con la monarquía autocrática que prevaleció en China por más de dos
mil años. Después de la revolución de 1911, se trató de fundar una
república burguesa, copiando el siste- ma democrático de Occidente,
incluidos el parlamentarismo y el multipartidismo, pero no se logró
hacer realidad el vehe- mente deseo del pueblo chino de alcanzar la
independencia y la democracia. Los intentos de entonces fracasaron
ante las agresiones de las fuerzas reaccionarias extranjeras y
nacio- nales. Tras la debacle política sufrida se puso en boga el
si- guiente lamento: “¡Tantas vidas y tanta sangre perdidas en aras
de una república falsa!” El pueblo chino seguía siendo triste
víctima de la opresión, la esclavización y la explotación. ¿Qué
salida le queda a China? se preguntaban muchos chinos, a la vez que
reflexionaban, tanteaban y luchaban en la oscuridad.
Lo penoso y sinuoso del sendero de
luchas y pruebas enseñó al pueblo chino que copiar el sistema
político capita- lista de Occidente era un camino intransitable, y
que con el fin cumplir con la tarea histórica de la subsistencia y
salva- ción nacionales y la lucha contra el imperialismo y el
feuda- lismo, se debía abrir un nuevo camino para la revolución
china, con nuevas teorías e ideologías, y establecer un sistema
político completamente nuevo. La pesada carga de dirigir al pueblo
chino en la búsqueda de este camino y establecer un nuevo sistema
recayó históricamente sobre los hombros del PCCh. En 1921, un grupo
de intelectuales vanguardistas chinos, que habían asimilado las
ideas democráticas y científicas, combi- naron el marxismo con el
movimiento obrero de China y fundaron el PCCh. Desde entonces, bajo
la dirección del PCCh, la revolución china emprendió la etapa de
desarrollo de la nueva democracia, de luchar contra el
imperialismo, el feudalismo y la burguesía burocrática. Después de
28 años de lucha ardua y tenaz, se obtuvieron la independencia
nacional y la liberación del pueblo.
Como vanguardia de la clase obrera,
del pueblo y de la nación chinos, el PCCh adoptó desde su formación
como tarea propia la materialización y el desarrollo de la
democracia popular. La revolución del pueblo chino dirigido por el
PCCh tiene como objetivo alcanzar la democracia para la mayoría y
no para la minoría del pueblo. El PCCh combinó, de manera creativa,
la verdad universal del marxismo con la realidad concreta de la
revolución china, formuló sucesivamente las concepciones
democráticas de la “democracia obrero-campe- sina”, la “democracia
popular” y la “nueva democracia”, enriqueciendo y desarrollando de
manera constante la teoría política sobre la democracia marxista.
Adoptó diferentes formas organizativas, tales como el congreso de
los obreros huelguistas, la asociación de los campesinos, el Soviet
de los representantes de los obreros, campesinos y soldados, la
asamblea, y el congreso de los delegados populares de dife- rentes
círculos sociales. Estas formas de política democrática estaban
adaptadas a las condiciones nacionales de China y garantizaban el
derecho del pueblo a ser dueño del país. Ellas contrastaban de
manera viva con el sistema dominante del Guomindang, reflejaban la
voluntad del pueblo y eran objeto de su amplio apoyo.
La I sesión plenaria de la
Conferencia Nacional Consul- tiva del Pueblo Chino (CCPPCh),
convocada en septiembre de 1949, en vísperas de la fundación de la
nueva China, fue una importante sesión, en la cual el PCCh, los
partidos demo- cráticos, los grupos populares y las personalidades
democrá- ticas sin partido discutieron, conforme a los principios
democráticos, la fundación de la nueva China, definieron el régimen
estatal y las formas organizativas de poder político de la nueva
China. El Programa Conjunto de la CCPPCh, con carácter de
Constitución provisional y aprobado en dicha sesión, establece en
términos inequívocos: “La República Popular China es un Estado de
nueva democracia, o sea de democracia popular, que practica la
dictadura democrática popular dirigida por la clase obrera y basada
en la alianza obrero-campesina, que une a todas las clases
democráticas y a todos los grupos étnicos nacionales...”; “El Poder
estatal de la República Popular China pertenece al pueblo, y los
órga- nos por los cuales el pueblo ejerce el Poder estatal son las
asambleas y los gobiernos populares a distintas instancias.” El
primero de octubre de 1949, se proclamó la República Popular China,
lo que marcó una gran victoria del pueblo chino en la revolución de
nueva democracia dirigida por el PCCh, e imprimió cambios radicales
a las condiciones políti- cas del pueblo chino. Desde entonces, el
pueblo se convirtió en verdadero dueño del país, la sociedad y su
propio destino. Gracias a la fundación de la nueva China, se llevó
a cabo el gran salto de la política autocrática feudalista de más
de dos milenios y las fracasadas experiencias de copiar modelos po-
líticos occidentales, a la nueva política de democracia
popular.
Poco después de la fundación de la
nueva China, en 1953, se realizó la primera elección general masiva
en la his- toria china. El pueblo ejerció su derecho al sufragio
eligiendo a sus delegados. Se convocaron asambleas populares a
todas las instancias. En septiembre de 1954, se celebró la primera
sesión de la I Asamblea Popular Nacional (APN), lo que indicó el
establecimiento oficial del sistema de asambleas populares en todo
el país. La Constitución de la República Popular China, discutida
ampliamente por el pueblo de todo el país antes de la sesión y
aprobada por ella, definió el sistema estatal de dictadura
democrática popular, dirigida por la clase obrera y basada en la
alianza obrero-campesina, y el sistema de asambleas populares como
sistemas políticos fundamentales de la República Popular China. A
este tenor estipuló lo siguiente: Todo el Poder de la Republica
Popular China pertenece al pueblo; los órganos por los cuales el
pueblo ejerce el Poder son la APN y las asambleas populares locales
a distintas instancias. Se practica el centralismo de- mocrático
sin excepción en la APN, las asambleas populares locales a
distintas instancias y los otros órganos estatales.
El sistema de asambleas populares y
la Constitución de la República Popular China proporcionan al
pueblo chino una segura garantía institucional y un fundamento
consti- tucional para ejercer sus derechos sobre los destinos del
país. En 1956, en la mayoría de las regiones chinas, se concluyó el
proceso de transformación socialista de la propiedad privada de los
medios de producción, se completó la transición de la nueva
democracia al socialismo y se instituyó el sistema fundamental del
socialismo, haciendo realidad la más amplia y profunda reforma
social en la historia china. El desarrollo de la política
democrática de la nueva China, sin embargo, se desvió en algunas
ocasiones en su exploración, especial- mente por el serio error de
la “Gran Revolución Cultural” (1966-1976), y sufrió severos reveses
que dejaron dolorosas lecciones.
Desde finales de la década de 1970,
cuando se puso en práctica la reforma y la apertura, el PCCh
sintetizó las experiencias positivas y negativas de la historia y
orientó al pueblo chino a la nueva etapa de desarrollo de la
política democrática socialista de China. Sin democracia no habría
socialismo, y sin el socialismo no habría modernización socialista;
hay que reforzar el sistema legal socialista, sistematizar y
legislar la democracia; gobernar el país según la ley y construir
un país socialista de sistema legal; desarrollar la política
democrática socialista y la civilización política socialista;
persistir en la unificación orgánica de la dirección del PCCh, la
ejecución del poder del pueblo sobre los destinos del país y la
administración del país según la ley; colocar al pueblo en primer
plano, gobernar por el pueblo y edificar una sociedad armoniosa
socialista. Esta es la brújula que hoy orienta la conciencia y el
rumbo del PCCh y las diversas etnias del país en sus afanes por
perfeccionar y desarrollar la política democrática socialista.
En los últimos 20 tantos años, el
desarrollo de la política democrática socialista de China conoció
importantes avances. Se fortalecen y desarrollan sin cesar el
sistema de asambleas populares, el sistema de cooperación
multipartidista y de consulta política dirigido por el PCCh y el
sistema de autono- mía regional de las minorías étnicas, a la vez
que se amplía de continuo la democracia de base en las zonas
urbanas y rurales y se respetan y garantizan los derechos
fundamentales de los ciudadanos, se elevan en gran medida la
capacidad de gobierno democrático del PCCh, se fortalece la
capacidad de administración democrática del gobierno, progresa sin
cesar el desarrollo del sistema judicial democrático y se logran
resultados positivos y evidentes en la reforma del sistema
dirigente del Estado, el sistema legislativo, el sistema
administrativo, el sistema judicial, el sistema de decisión
estratégica, el sistema de personal, sistema de supervisión y
control. Con el fin de gobernar según la ley y construir un país
socialista de sistema legal, se han intensificado la
institucionalización, la estandarización, y la normalización de la
democracia socialista. Se ha configurado de manera preliminar el
sistema legal socialista con peculiaridades chinas basado en la
Constitución. Se cuenta ahora con la regulación de la ley en las
importantes áreas de la vida política, económica, cultural y social
del Estado.
Para desarrollar la política
democrática socialista de China, se persevera en integrar las
teorías marxistas sobre la democracia con las circunstancias
concretas chinas; se toma como referencia el legado de diversas
civilizaciones, incluida la democracia occidental; se asimilan
elementos democrá- ticos de la cultura tradicional y la
civilización de China sobre los sistemas sociales. Por lo tanto, la
política democrática socialista de China dispone de evidentes
peculiaridades:
—La democracia china es la
democracia popular bajo la dirección del PCCh. Sin el PCCh, no
habría nueva China, ni democracia popular. Este es un hecho
objetivo demostrado por la historia. Bajo la dirección del PCCh, el
pueblo chino consiguió sus derechos a manejar los asuntos del país
libran- do una ardua y tenaz lucha. El sistema de política democrá-
tica de China es resultado de la labor del pueblo, se desa- rrolla
y perfecciona bajo la dirección del PCCh, la cual constituye una
garantía fundamental para los derechos de dueño del pueblo.
—La democracia china consiste en que
las más amplias masas populares participan en la administración de
los asuntos estatales. La intervención popular en la toma de
decisiones es la esencia de la democracia socialista de China. En
China, la economía de propiedad pública es la base económica del
sistema socialista. En la etapa inicial del socialismo, el Estado
insiste en que el sistema económico básico tiene su cuerpo
principal en la propiedad pública, a la vez que acepta formas
varias de propiedad económica y persiste en el sistema de
distribución sustentado en el princi- pio de “a cada cual según su
trabajo,” y en la coexistencia de diferentes formas de
distribución. Gracias a ello, el capital no manipula a la
democracia china, y no hay un grupo minori- tario que disponga de
dicha democracia, que responde a las necesidades de las más amplias
masas populares. En China, el pueblo con derechos democráticos
comprende a todas las personas que por ley gozan de todos sus
derechos políticos.
—La democracia china es la
democracia garantizada por la dictadura democrática popular. La
dictadura democrá- tica popular, por una parte, exige ejercer la
más amplia democracia en el seno del pueblo, respetar y garantizar
los derechos humanos, garantizar que el Poder estatal esté en manos
del pueblo y le sirva. Por la otra, exige castigar mediante
recursos dictatoriales, según la ley, las actividades criminales,
tales como el sabotaje del régimen socialista, el perjuicio de la
seguridad estatal y social, la violación de los derechos personales
y democráticos de los ciudadanos, la malversación de fondos
públicos, el soborno y el prevaricato, con el fin de garantizar los
intereses fundamentales de las más amplias masas populares.
—La democracia china es la
democracia que sustenta el centralismo democrático como principio
organizativo y forma de operación fundamentales. El centralismo
democrático es el principio organizativo y directivo fundamental
del Poder estatal de China. El centralismo democrático exige
desplegar a plenitud la democracia y discutir los asuntos en la
colec- tividad, de modo que la voluntad y exigencias del pueblo
sean plenamente exteriorizadas y reflejadas. Sobre esta base se
concentran las ideas correctas y se toman decisiones en la
colectividad, garantizando la materialización y satisfacción de la
voluntad y las exigencias el pueblo. El centralismo democrático
exige, además, “respetar a la mayoría y proteger a la minoría,”
combatir la “gran democracia” de la anarquía y oponerse al criterio
de imponer la voluntad personal a la colectividad.
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