Esta fue una forma diferente de
conmemorar la victoria en la Guerra de Resistencia contra la
Agresión Japonesa.
Cuando el campesino de 60 años de
edad de Shanghai, Ye Lingen, se enteró de que Japón se había
rendido, lloró ante las tumbas de su abuela, padres y hermano.
Ye compartió la noticia con sus
seres queridos, que perdieron la vida tras que el ejército japonés
tomará Shanghai en diciembre de 1937, y les dijo que habían sido
vengados.
Actualmente, Ye, ya en sus 80 años,
rinde tributo en sus tumbas el 15 de agosto de cada año, el día en
que el emperador japonés anunció la rendición en 1945.
Ye perdió a su madre en un bombardeo
japonés contra la ciudad. Su padre y hermano fueron acuchillados
por soldados japoneses. Su abuela murió en prisión a causa de
aprensión tras ser forzada a comer carne humana.
La memoria de Ye siempre estará
afectada por los severos traumas sufridos.
Más de 20 millones de chinos, no
sólo militares, sino también civiles, perdieron la vida en la
guerra de resistencia del país contra la agresión japonesa.
Japón empezó su intervención militar
en China el 18 de septiembre de 1931 y ocupó las provincias
nororientales del país. El intento japonés de apoderarse de más
territorios chinos provocó la guerra de resistencia de China en
julio de 1937, que se prolongó durante ocho años.
Ye dijo que la victoria china fue
lograda a costa de sufrimiento y sacrificios enormes del pueblo
chino por los que él rezará cada año en esta fecha así como por la
paz duradera.
La agresión japonesa causó en China
más heridos que muertos. Por lo menos 200,000 mujeres chinas fueron
obligadas a servir como esclavas sexuales de los invasores
japoneses, o como "mujeres de confort", según el eufemismo
japonés.
Para añadir un mayor insulto a estas
desafortunadas mujeres, el ministro japonés de Educación, Nakayama
Nariaki, dijo recientemente que fue un honor para las mujeres del
confort servir a los soldados japoneses.
Al referirse a la distorsión de la
historia de la guerra por los políticos derechistas japoneses, el
historiador Bu Ping de la Academia de Ciencias Sociales de China
dijo que la gente está obligada moralmente a reflexionar y a
analizar la historia de forma realista.
El investigador dijo que la postura
japonesa sobre la guerra crea un abismo entre la forma de
interpretar la historia de China y Japón.
Los invasores japoneses también
abandonaron abundantes armas químicas en China, cuyo paradero sigue
siendo desconocido y que representan una grave amenaza para la
población.
China ha celebrado una gran variedad
de actividades para conmemorar el 60 aniversario de la victoria
China en la guerra de resistencia y también la victoria de la
guerra mundial contra el fascismo.
E recuerdo de la guerra parece haber
avivado el orgullo chino.
Las alarmas de advertencia de ataque
aéreo sonaron ayer en ciudades como Tianjin, un municipio en el
norte de China, y en Changsha, capital de la provincia de Hunan, al
sur de China, ambas escenario de cruentas batallas durante la
agresión.
En la exhibición que actualmente se
expone sobre la “Masacre de Nanjing” en el Museo Nacional de
Beijing, Xu Shaofeng, un alumno de la escuela primaria Central
Yangfangdian, dijo que estaba asombrado por las escenas "terribles"
que mostraban las fotografías y los documentales.
"El pueblo chino sufrió tanto!",
dijo Xu.
Su madre, Yue Yingxin, dijo que es
deber de las jóvenes generaciones conocer la historia de su
nación.
"También es su derecho aprender
sobre ella", dijo, en referencia a la acusación japonesa de que
China aviva la antipatía hacia Japón al inyectar un patriotismo
imprudente en su juventud.
Zhu Chengshan, cuidador del Salón
Conmemorativo de las Víctimas de la Masacre de Nanjing, dijo que ni
la exhibición ni ninguna otra actividad educativa patriótica están
diseñadas para sembrar el odio entre los jóvenes.
"Queremos que sepan qué difícil fue
lograr la paz. Sólo entonces ellos podrán valorar la vida pacífica
de hoy. Deseamos que toda la gente del mundo también pueda entender
estos motivos".
Cuando visitó ayer otra exhibición
en Beijing, el presidente de China Hu Jintao dijo que la nación
china conmemora la efemérides para que la gente no olvide la
historia y valore la paz.
Hu dijo que el país trabajará junto
con naciones del mundo entero para construir un mundo pacífico y en
desarrollo y que se mantenga el "desarrollo pacífico" del
mundo.
(16/08/2005, CIIC-Xinhua)
|