A continuación se presenta el texto
completo del discurso que el presidente de China, Hu Jintao,
pronunció ayer en la ceremonia de inauguración del Foro Global
Fortune 2005:
Discurso del Presidente Hu Jintao de
China en la Ceremonia Inaugural del Foro Global FORTUNE 2005
Beijing, 16 de mayo del 2005
Distinguido Señor Richard D.
Parsons, Honorables Huéspedes, Damas y Caballeros,
Buenas Noches! Es un gran placer
para mí reunirme con todos ustedes aquí en la ceremonia inaugural
del Foro Global FORTUNE 2005 en esta agradable noche. Permítanme
empezar ofreciendo, en nombre del Gobierno Chino y también en el
mío propio, mi calurosa bienvenida a todos ustedes y mis sinceras
felicitaciones al patrocinador del Foro, Time Warner Inc. de
Estados Unidos.
El tema del Foro, "China y el Nuevo
Siglo Asiático", expresa completamente el interés generalizado en
las perspectivas de desarrollo de China y de Asia en general, así
como en el impacto de su desarrollo en el crecimiento económico
mundial. También muestra que con la creciente globalización
económica, China y Asia se están volviendo rápidamente en un nuevo
motor de crecimiento para el mundo, mientras que el auge mundial
también está generando oportunidades más importantes para China y
Asia. La continua cooperación económica mutuamente benéfica y la
creciente interdependencia entre los países del mundo anunciará un
mejor futuro para la economía mundial en desarrollo.
Damas y Caballeros, China es una
antigua civilización con una historia que data de hace más de 5,000
años. El pueblo chino ha hecho una importante contribución al
progreso humano por medio de la creación de la espléndida
civilización china con trabajo arduo e ingenio. La ciudad de
Beijing, con su larga historia de más de 3,000 años, es testimonio
de ese esfuerzo. Se convirtió en la capital de la nación hace más
de 800 años. A una corta distancia del Gran Palacio del Pueblo,
donde nos encontramos en este momento, está la Ciudad Prohibida
reconocida mundialmente. Construido hace unos 600 años, el anterior
Palacio Imperial es el conjunto más grande y más completo existente
de la antigua arquitectura real en el mundo. Del pasado tradicional
de Beijing y de la majestuosa Ciudad Prohibida misma, la gente
puede aprender vívidamente la originalidad, la grandeza y la
profunda riqueza de la civilización china y sentir por sí misma el
vigor, la resistencia y el espíritu pionero de la nación china.
A partir de mediados del siglo XIX,
China fue reducida a la horrible miseria ya que el país sufrió una
humillante derrota tras otra, y el pueblo languideció en la pobreza
y la inanición como resultado de las brutales agresiones
extranjeras y de la corrupción e incompetencia de los gobernantes
feudales.
Al negarse a someterse a un destino
de agonía e infortunio, el pueblo chino luchó persistentemente y
finalmente construyó la Nueva China bajo el liderazgo del Partido
Comunista de China. Desde 1949, cuando fue proclamada la Nueva
China, y particularmente desde la aplicación del programa de
reforma y apertura encabezado por el señor Deng Xiaoping en 1978,
China ha emprendido una profunda transformación nunca antes vista
en el país.
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En un breve período de 26 años,
entre 1978 y el 2004, el PIB de China se incrementó de 147,300
millones de dólares USA a 1.649 billones de dólares USA con un
índice promedio de crecimiento anual de 9.4 por ciento. Su comercio
exterior se elevó de 20,600 millones de dólares USA a 1.154
millones de dólares USA, con una tasa anual promedio de crecimiento
superior al 16 por ciento. Las reservas de divisas de China se
incrementaron de 167 millones de dólares USA a 609,900 millones de
dólares USA. El número de pobres en áreas rurales ha disminuido de
unos 250 millones a 26 millones de personas. La fortaleza nacional
general de China se ha incrementado notablemente y el nivel de vida
de su población mejoró con firmeza. Mientras heredan y mantienen su
orgulloso pasado, los 1,300 millones de chinos están escribiendo un
nuevo capítulo en la historia ya que ellos avanzan con una misma
idea en el camino de la construcción del socialismo con
características chinas.
En China hemos identificado la meta
para los primeros 20 años de este siglo. Esa meta es aprovechar con
firmeza la importante ventana de oportunidades estratégicas para
construir una sociedad modestamente acomodada de forma generalizada
con un alto nivel para beneficio de nuestra población de más de mil
millones de habitantes.
Para el año 2020, cuadruplicaremos
el PIB que China alcanzó en el año 2000 y llegaremos
aproximadamente a los 4 billones de dólares USA, con un nivel per
cápita de alrededor de 3,000 dólares USA, y con un mayor desarrollo
de la economía, mejoramiento de la democracia, avance de la ciencia
y la educación, enriquecimiento de la cultura, impulso de una mayor
armonía social y mejoramiento del nivel de vida para la población.
Estamos profundamente conscientes de que China, por un período
considerablemente largo en el futuro, seguirá siendo un país en
desarrollo. Tan sólo la cifra de población de 1,300 millones de
personas hará que el logro de la meta mencionada sea un enorme
desafío, y debemos estar preparados para una jornada larga y ardua
en el futuro.
Para alcanzar esta meta, debemos
mantener la estrategia científica para lograr el desarrollo
económico y social del país. Debemos poner a la gente primero,
haciendo que los intereses fundamentales de las amplias masas de la
población sean nuestro punto de partida y la base de los esfuerzos
con el fin de satisfacer sus crecientes necesidades materiales y
culturales para continuar el amplio desarrollo del hombre.
Debemos centrarnos en el desarrollo
económico como nuestra tarea central, haciendo del desarrollo
nuestra máxima prioridad y facilitar el progreso general en los
aspectos económico, político y cultural, y en la construcción de
una sociedad armónica. Debemos adherirnos a la dirección de la
reforma para una economía de mercado socialista, acelerar la
innovación institucional, profundizar las reformas destinadas a
galvanizar la creativa vitalidad de la sociedad e incrementar la
inherente dinámica para el desarrollo económico y social.
Debemos adherirnos a nuestra
política básica de apertura al mundo exterior, construyendo un
mercado más abierto y permitiendo que el país participe más
ampliamente en la cooperación económica y tecnológica internacional
así como en la competencia con dimensiones aún más amplias y
elevadas. Debemos seguir un nuevo curso de industrialización, hacer
esfuerzos para examinar la estructura económica, transformar
rápidamente las estrategias de crecimiento económico mejorando su
calidad y eficacia, desarrollar vigorosamente la economía circular
y construir una sociedad que haga uso eficaz de los recursos y
evite dañar al medio ambiente, con lo que se pondrá en marcha un
camino de desarrollo catacterizado por una elevada productividad,
una vida confortable para la población y un ecosistema
sostenible.
Creemos que mientras sigamos con
firmeza un camino del desarrollo coherente con las condiciones
nacionales de China, seremos capaces de lograr nuestra meta y de
desempeñar un mayor y más constructivo rol en la promoción de la
paz mundial y el desarrollo común.
(17/05/2005, Xinhua)
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