Raidi, un delegado tibetano ante el XVI Congreso Nacional del Partido Comunista de China (PCCh), quien ha sido miembro suplente y después miembro de los cinco pasados comités centrales del PCCh, elogió la gran atención otorgada al Tíbet por los comités centrales del PCCh en una entrevista reciente con Xinhua, y dijo que esa atención ha elevado enormemente la estabilidad, desarrollo y progreso en el Tíbet. "La atención de parte del Comité Central del PCCh y la asistencia nacional al Tíbet han erigido un monumento inmortal en el corazón del pueblo de todos los grupos étnicos en el Tíbet", dijo el tibetano de 64 años de edad, quien ahora es subsecretario del Comité del PCCh de la Región Autónoma del Tíbet (RAT), suroeste de China. En los años de trabajo en el Tíbet, Raidi ha quedado profundamente impresionado por la atención de las tres generaciones de líderes del PCCh hacia el Tíbet y hacia los tibetanos. Raidi dijo que el 19 de octubre de 1989, poco después de ser elegido secretario general del Comité Central del PCCh, Jiang Zemin presidió una reunión del Comité Permanente del Buró Político del Comité Central del PCCh para escuchar los informes provenientes del Tíbet. "Al considerar al trabajo relacionado con el Tíbet como muy importante, Jiang pidió que la reunión de medio día fuera ampliada a un día". Y esa ocasión fue cuando los principios directrices para el trabajo relacionado con el Tíbet fueron trazados, lo que es vital para la estabilidad, solidaridad, desarrollo económico y emancipación de la mente en el Tíbet. "El secretario general Jiang me ha dicho en muchas ocasiones que está interesado en los tibetanos y ha subrayado que 'el trabajo en el Tíbet debe ser hecho bien'. También me dijo que 'el Tíbet tiene una posición muy importante en mi mente y en mi agenda de trabajo'", recordó Raidi, también presidente del Comité Permanente de la Asamblea Popular de la RAT. Jiang viajó al Tíbet en julio de 1990, realizando visitas al campo, áreas de pastoreo, empresas, instituciones gubernamentales, escuelas, familias de residentes, así como a oficiales de policía y al ejército apostado allá. "El pronunció una serie de importantes discursos que son de gran importancia para guiar el trabajo relacionado con el Tíbet", afirmó. En junio del 2001, Jiang Zemin visitó la cuarta reunión de trabajo sobre el Tíbet donde subrayó que el desarrollo, estabilidad y seguridad del Tíbet están estrechamente relacionados con la puesta en marcha de la estrategia de desarrollo de las regiones occidentales del país, con la unidad nacional y con la estabilidad social, reunificación y seguridad nacionales, así como con la imagen de China. La constante atención del partido al Tíbet está aparejada a la creciente asistencia nacional para la región, que abarca a todos sus distritos, en un intento por impulsar el desarrollo económico en la Región Autónoma. Durante una discusión de grupo en la Quinta Sesión Plenaria del XV Congreso Nacional del PCCh sostenida en noviembre del 2000, Raidi dijo que la construcción de una vía férrea en el Tíbet era un deseo de hace mucho tiempo de generaciones de tibetanos. Jiang Zemin estuvo presente en la discusión. Un mes después, Jiang escribió una nota de tres páginas sobre un informe correspondiente presentado por el Ministerio de Ferrocarriles, en la que decía que la vía férrea es muy necesaria y que el trabajo debía empezar tan pronto como fuera posible. Para llevar a cabo la instrucción de Jiang, una reunión de trabajo del Consejo de Estado, supremo poder ejecutivo de China, analizó la cuestión de la vía férrea en febrero de 2001, cuando el primer ministro Zhu Rongji declaró que era el momento oportuno para construir la Vía Férrea Qinghai-Tíbet de 1,956 kilómetros. "La Vía Férrea Qinghai-Tíbet materializa el interés del Comité Central del PCCh en el pueblo tibetano", dijo Raido, quien se integró al partido en 1961. Como delegado ante varios congresos nacionales del PCCh, Raidi siempre ha hecho un buen uso de su derecho a hacer sugerencias, especialmente sobre el desarrollo de las regiones de minorías étnicas, unidad nacional y formación de cuadros de origen minoritario étnico. "Y muchas de mis sugerencias han sido adoptadas por el Comité Central", dijo con orgullo. Raidi se considera a sí mismo como un puente entre el Comité Central y los tibetanos. "Cuando estuve en Beijing (asistiendo a diversas conferencias de trabajo), hablé sobre el Tíbet con toda sinceridad sin reservas. De regreso al Tíbet traté de transmitir a mis colegas el interés del Partido y el apoyo nacional hacia el Tíbet". "Sólo salvaguardando la unidad y solidaridad nacionales bajo la dirección del partido y siguiendo el camino socialista inquebrantablemente en la gran familia de la patria, pueden los tibetanos disfrutar de la vida feliz de hoy y garantizar un buen futuro", concluyó Raidi.
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