Pasados 13 años han sido testigos de mayor nivel de desarrollo económico en historia de China


Zeng Peiyan, director de la Comisión Estatal de Planificación del Desarrollo de China, señaló en fecha reciente que durante los 13 años que siguieron a la IV Sesión Plenaria del XIII Congreso Nacional del Partido Comunista de China, el país ha logrado grandes éxitos, reconocidos universalmente, en la reforma y la apertura y en la modernización socialista, y ha conocido el período de mayor desarrollo en su historia.

El 10 de septiembre, el Ministerio de Propaganda del Comité Central del PCCh y otros departamentos concernientes celebraron, en Beijing, la primera de una serie de conferencias sobre los espléndidos logros conseguidos por China en la reforma y apertura y en la construcción de la modernización. Zeng Peiyan hizo el mencionado comentario en su informe sobre los cambios históricos que se han operado en la economía nacional y en el desarrollo social.

Según Zeng, en los últimos 13 años, la economía y la vida social de China han experimentado una serie de cambios históricos. Tomando la construcción económica como el centro de su trabajo, los chinos concentran sus fuerzas para resolver los importantes problemas que atañen a la reforma y apertura y al desarrollo de la modernización en conjunto, lo que ha redundado en el fortalecimiento del poderío nacional integral. En primer lugar, la economía ha mantenido un crecimiento estable. Durante el período analizado, el producto interno bruto (PIB) aumentó en un promedio anual del 9,3%, 3,2 puntos porcentuales más que el promedio anual de crecimiento de los treinta años previos a la reforma y apertura. En segundo lugar, el poderío económico se ha robustecido de manera evidente. En 2001, el PIB fue de 9.593.300 millones de yuanes, aproximadamente el doble de 1990. Gracias a ello, China pasó del décimo lugar en el mundo, y el segundo lugar entre los países en vías de desarrollo, al sexto y el primero, respectivamente. Sus reservas de divisas eran de apenas 5.550 millones de dólares en 1989, cifra que se amplió en julio del año en curso a 245.600 millones de dólares, y por ello China se colocó en el segundo lugar del mundo después de Japón. En tercer lugar, se ha elevado continuamente la calidad y la eficiencia del desarrollo económico. Entre 1990 y 2001, la productividad laboral social se incrementó en un 14,8%.

Zeng señala que se han obtenido éxitos en el reajuste estratégico de la estructura económica. En 2001, las industrias primaria, secundaria y terciaria mejoraron su porcentaje de valor agregado en el PIB, el cual pasó de 27:42:31 en 1990 a 15:51:34. La estructura agrícola se sigue optimizando. La industria ha fortalecido la calidad general y la competitividad internacional.

A la par, se han logrado frutos históricos en la reforma del sistema económico. Se ha establecido de manera preliminar el sistema de la economía socialista de mercado, el cual demuestra cada vez más su papel básico en la distribución de recursos. Se ha conformado un patrón inicial en el cual la economía de propiedad pública constituye el cuerpo principal y las economías de variadas propiedades se desarrollan al mismo tiempo. La economía de propiedad no pública ha conocido un vigoroso progreso, y se ha convertido en una fuerza importante de la economía nacional. Se ha edificado de manera inicial el sistema de control macroeconómico.

Para Zeng, la apertura de China ha ascendido a un nuevo estrato. En 2001, el monto global de importación y exportación de China fue de 509.800 millones de dólares, 3,4 veces el de 1990. El comercio exterior de China ha subido del puesto decimosexto en 1990 al sexto actual, en el comercio internacional. Durante los últimos nueve años, China ha marchado a la cabeza entre los países en vías de desarrollo en asimilación de inversiones extranjeras. La estrategia de “salir al extranjero” ha tenido un buen inicio.

En conjunto, el pueblo chino lleva una vida modestamente acomodada. Entre 1990 y 2001, el ingreso neto per cápita de las familias rurales y urbanas creció en un 62%. Entre las familias urbanas, el ingreso disponible per cápita aumentó en dos veces. Se ha elevado de manera notable el nivel de consumo y la calidad de vida de los pobladores chinos.

En su informe, Zeng Peiyan revela, además, que en el gran desarrollo de las regiones del oeste se han dado pasos significativos, y se han logrado importantes progresos en la reconversión de tierras cultivadas en bosques, la promoción de la enseñanza de la ciencia y la tecnología, y el fomento de la economía con peculiaridades locales y las industrias aventajadas.

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