3. IMPULSAR CON DINAMISMO LA REESTRUCTURACIÓNECONÓMICA Y LA REFORMA DEL SISTEMA ECONÓMICO
Seguir trabajando por resolver las contradicciones de índole estructural y los obstáculos de carácter institucional que frenan el desarrollo económico es una medida fundamental para promover el crecimiento continuo de la economía y mejorar su calidad y competitividad. Hay que dar gran impulso a la reestructuración económica y profundizar de manera persistente en la reforma del sistema económico.
Acelerar la optimización y la actualización de la estructura sectorial de la economía. En primer lugar, es necesario servirse de altas y nuevas tecnologías y técnicas avanzadas y positivas para poder transformar y actualizar las industrias tradicionales. Hay que apoyar a los sectores prioritarios y las empresas clave en su reconversión técnica y a las empresas manufactureras de grandes equipos encargadas de las tareas prioritarias del Estado en el mejoramiento de su capacidad de desarrollo de productos e innovación tecnológica. Para llevar a cabo la reconversión técnica de las empresas, es preciso tener bien elaborada la planificación y seleccionar adecuadamente los proyectos, poniendo énfasis en los requisitos de “calidad, variedad y rentabilidad”, evitando las repeticiones en el trabajo de construcción, así como la mera ampliación de la capacidad de producción. Hay que consolidar y multiplicar los logros obtenidos en la eliminación de la capacidad de producción atrasada de las industrias textil, metalúrgica, hullera, etc., y continuar llevando adelante la labor de reducción de la excedente o atrasada capacidad productiva de la industria petroquímica, la de materiales de construcción,la mecánica, la farmacéutica, la de producción de azúcar, la tabacalera y otras industrias. La capacidad de producción ya eliminada no deberá reactivarse bajo ningún pretexto ni forma. Se debe continuar reajustando la estructura energética. Es preciso lograr que las antiguas bases industriales aceleren su reajuste y transformación, y apoyar las ciudades donde la explotación de recursos naturales constituye su actividad principal y las antiguas zonas mineras en el desarrollo de industrias nuevas. En segundo lugar, es imperativo apresurar el desarrollo de industrias de alta o nueva tecnología, tales como la informática, la biotecnológica y la de nuevos materiales. Continuar empeñándose en la organización y ejecución de los importantes proyectos especiales para la industrialización de los adelantos de la alta y nueva tecnología como la red informática, los nuevos aparatos y componentes electrónicos, los circuitos integrados, el software, los nuevos materiales y la modernización de los medicamentos tradicionales chinos. Llevar adelante la informatización en la economía nacional y la sociedad. Y en tercer lugar, es menester desarrollar de manera dinámica el sector terciario de la economía, en especial la rama de servicios modernos. Acelerar el desarrollo de las actividades como la banca, la contabilidad, el asesoramiento y los servicios jurídicos. Implantar gradualmente la operación en cadena, la distribución relacionada con la circulación materiales, el sistema de agentes comerciales, el comercio electrónico y otras formas de organización y modalidades de servicio, además de fomentar enérgicamente el turismo y la industria cultural.
Impulsar activamente la explotación de las regiones occidentales y promover el desarrollo armonioso de las diversas regiones. Hay que seguir reforzando la construcción de infraestructuras y la rehabilitación del entorno ecológico en las regiones occidentales. Trabajar con empeño por el éxito de la construcción de obras prioritarias, como la línea férrea Golmud (Qinghai)-Lhasa (Tíbet), el transporte de gas y la transmisión de electricidad del Oeste al Este. Proseguir la ejecución de los programas de reconversión en bosques de las tierras de agricultura, protección de bosques naturales, construcción de barreras forestales en el Noroeste, el Norte y el Nordeste de China, y prevención y control de la desertización. Aplicar con seriedad las diversas políticas y medidas relacionadas con la explotación a gran escala de las regiones occidentales, a fin de contribuir al desarrollo de las antiguas zonas revolucionarias, las de minorías étnicas, las fronterizas y las pobres. En las regiones occidentales es necesario dar importancia al desarrollo de las industrias ventajosas y distintivas, abstenerse de repetir los proyectos de construcción y la inversión no premeditada, impedir el traslado de las empresas y equipos ya suprimidos a dichas regiones y evitar el deterioro de su entorno ecológico. Las regiones centrales, por su parte, tienen que poner en pleno juego las ventajas de su ubicación geográfica y de sus recursos y fomentar con dinamismo nuevos focos de crecimiento económico, mientras que el Estado, a la hora de definir los proyectos de construcción, debe prestarles apoyo para apresurar su desarrollo. En las regiones orientales es preciso optimizar la estructura sectorial de su economía, desarrollar con gran energía la economía orientada al exterior, mejorar la calidad y la competitividad de la economía, y fortalecer en múltiples formas la cooperación económica y tecnológica con las regiones centrales y occidentales.
Profundizar en las diversas reformas colocando en su centro la de las empresas estatales. En los últimos años la reforma de estas empresas ha obtenido avances muy importantes, aunque la tarea sigue siendo bastante ardua y es necesario continuar realizando grandes esfuerzos para llevarla adelante. En primer lugar, reforzar efectivamente la implantación del sistema empresarial moderno. Proseguir la reforma consistente en la implantación de un sistema reglamentado de sociedades, perfeccionar el régimen de administración de empresas por parte de personas jurídicas y imprimir un vuelco al mecanismo de gestión. Este año es preciso poner el énfasis en la comprobación de la implementación del sistema empresarial moderno en las sociedades que cotizan en bolsa, descubrir los problemas existentes y resolverlos a conciencia. Intensificar la reforma interna de las empresas y seleccionar un reducido número de grandes compañías administradas por las autoridades centrales y de sociedades cotizadas en bolsa fuera de la parte continental del país, para realizar el ensayo piloto de la reforma del sistema de distribución de ingresos y establecer un mecanismo de estímulo y condicionamiento eficaz para los gestores empresariales. Promover la conexión del sistema de contabilidad empresarial con la práctica habitual de la contabilidad en el plano internacional. Fortalecer y mejorar el control de calidad, de coste y de comercialización de las empresas. Acelerar la modernización e informatización de la administración empresarial. En segundo lugar, fomentar activamente la reorganización de las empresas y la introducción del sistema accionario en ellas. Formar y desarrollar cuanto antes un número determinado de grandes compañías y grupos empresariales con competitividad internacional. Seguir adoptando múltiples formas para flexibilizar y agilizar las pequeñas y medianas empresas estatales. En el curso de la reorganización y la implantación del sistema accionario en las empresas, es imperativo impedir la fuga de los activos estatales y la evasión e impago de las deudas bancarias. Y en tercer lugar, continuar trabajando de manera sistemática y apropiada en la declaración de quiebra y la absorción empresariales. Prestar especial atención a la debida colocación de los trabajadores según la política pertinente y al mantenimiento de la estabilidad de la sociedad. Aumentar adecuadamente los fondos de reserva destinados a la liquidación de las cuentas fallidas o incobrables de la banca y utilizarlos principalmente para la declaración de quiebra y la absorción empresariales en los sectores y regiones prioritarios, en especial para el cierre o quiebra de empresas particularmente difíciles, como las mineras con yacimientos agotados, y las de la industria militar. Proseguir los esfuerzos para que las empresas dejen de asumir las funciones que corresponden a los servicios sociales.
Es menester promover la reforma de los sectores monopolistas. Se debe romper los monopolios sectoriales mediante la separación de las atribuciones gubernamentales de las empresariales y la reorganización de las empresas, configurando de este modo una adecuada competencia. Hay que efectuar cuanto antes la reforma del sistema administrativo de las telecomunicaciones, de la energía eléctrica y de la aviación civil, y hacer esfuerzos intensos para estudiar y elaborar proyectos de reforma del sistema administrativo ferroviario. Los departamentos pertinentes deben reforzar su trabajo orientador respecto a la reforma, y garantizar tanto el funcionamiento normal de la producción y la gestión como la estabilidad del contingente de trabajadores de estos sectores.
Hay que persistir en el sistema económico básico caracterizado por el desarrollo conjunto de las diversas modalidades de propiedad de la economía, con la propiedad pública como sector dominante. Se deben explorar activamente diversas formas efectivas para la materialización de la propiedad pública. Es necesario seguir desarrollando el sector de propiedad mixta y el sector colectivo de la economía, y estimular, apoyar y orientar el desarrollo sano de los sectores de propiedad privada e individual de la economía.
Las otras reformas también deben fomentarse activamente de acuerdo con lo requerido al perfeccionar el sistema de la economía de mercado socialista. Es necesario elaborar lo más rápido posible un proyecto de reforma del sistema de inversión y financiación, y hacer los esfuerzos para llevarlo a la práctica cuanto antes. Es indispensable continuar profundizando en las reformas del sistema de distribución de ingresos, así como la bancaria, financiera, tributaria, del comercio exterior y de viviendas.