Entretelones:Dificultades casi dan al traste con actuación de tenores en China

Los espectadores situados en la última fila en el concierto de los tres tenores en la Ciudad Prohibida de Beijing, apenas distinguían tres puntos negros sobre el escenario. Hasta ellos sólo llegaban, gracias al potente sistema de audio local, las voces de Plácido Domingo, Luciano Pavarotti y José Carreras, por lo cual quedaba por cuenta del oído y la imaginación la posibilidad de captar el espíritu de la trascendental actuación.

Más de 300 metros separaban a la última hilera de asientos del escenario, trayecto que este redactor recorrió en cinco minutos, viendo como las minúsculas figuras crecían según me aproximaba. Se estaba produciendo un cambio total de perspectiva y un acortamiento en la distancia que a mí me tomó minutos, pero que para la productora Chen Jixin significó tres años de su vida.

Me refiero a la vice jefa ejecutiva de la compañía Zhongyi, una de las organizadoras del Concierto, a quien los preparativos espectáculo mantuvieron insomne durante varios días. Sin dormir seguía el día que fue al aeropuerto a recibir a los artistas. Fue en esa ocasión que le robé unos minutos y así nació esta entrevista.

En el trayecto hasta la terminal aérea Chen me impuso de todo los esfuerzos dedicados a la organización de un concierto histórico.

Zhongyi acarició proyecto de Tenores por mucho tiempo

El 7 de julio de 1990 se clausuró en Roma la XIV Copa Mundial de Fútbol. Para la ocasión, los tres tenores actuaron juntos por primera vez, generando una conmoción con el desacostumbrado espectáculo. Fueron muchas las personalidades presentes en el recital, entre ellos el príncipe Carlos de Inglaterra y su esposa de entonces, la difunta princesa Diana. Presentes también estaban muchos presidentes y jefes de estado. La ocasión representó un notable espaldarazo a la fama de los tres artistas, que a partir de entonces repitieron la experiencia, siempre vinculando su arte a causas como la promoción del deporte, obras caritativas, protección ambiental y la paz. Con este tipo de encuentros la esencia del arte lírico se vinculó a la espectacularidad y a todo tipo de públicos.

10 millones de dólares: primer precio de Rudas

En enero de 1999 Chen Jixin fue a Japón, para ponerse al día sobre el proceso de preparación empapándose con los detalles que le brindaron los organizadores locales de una presentación previa de los tres tenores allí.

En abril del mismo año, acompañada por el consejero cultural de la embajada china en EE.UU., Chen entró en contacto con el representante de los tres tenores, el norteamericano Tibor Rudas, durante un desayuno de trabajo en las Vegas. Rudas abrió la boca apenas para espetarle: "Dime la verdad, ¿tienes suficiente dinero? Sólo por pararse en el escenario ellos exigen 10 millones de dólares". Chen respondió de inmediato: Pero si la actuación de uno sólo equivale a varios cientos de miles, la de los tres en conjunto no puede llegar a 10 millones. Pero a Rudas no le interesó la lógica matemática de Chen. El sabía que sólo él podía ofrecer tres tenores de esa calidad en una sola pieza.

Pavarotti conmovido por la Ciudad Prohibida

Chen Jixin se sintió humillada por la reacción de Rudas. Para el representante sólo el tema del dinero parecía importante. No le dio la menor posibilidad de hablar de otras cosas. Con Rudas no funcionó la negociación "con características chinas."

Para que Chen se convenciera que no la engañaba, Rudas la llevó a ver a Pavarotti, que en ese momento terminaba un ensayo en un sitio cercano de las Vegas. Tras bambalinas se vieron los tres. Chen le recordó al tenor. "En cierta ocasión estando en Beijing usted dijo que le gustaría cantar en la Ciudad Prohibida. Nosotros le daremos esa oportunidad". En aquel momento el agregado cultural chino mostró a Pavarotti un CD-Rom sobre la Ciudad Prohibida. La visión de la misma conmovió a Pavarotti, quien dijo: "No sé si los otros lo harán; yo voy".

Concierto a punto de suspenderse

En los sucesivos contactos con Rudas, éste mostró un espíritu más conciliador. Se firmó un contrato que estipulaba un primer pago adelantado de 10% de total, tras lo cual entraría en vigencia el contrato. Se produciría entonces un segundo pago de un 20%. Seis meses antes de la celebración del espectáculo se completaría el pago. Chen logró imponer sus condiciones en el contrato. Antes de cualquier desembolso, el 8 de octubre del mismo año, firmaron un compromiso de actuación de los tres tenores en Beijing en junio de 2000, con un precio total rebajado hasta 7.5 millones de dólares. Ambas partes interpretaron el arreglo como una carta de intención. Para entonces el propio ministro chino de Cultura Sun Jiazheng, tomó cartas en el asunto, autorizando la invitación. Algunos especialistas del tema, dentro y fuera del país, comenzaron a analizar la trascendencia del asunto.

Inesperadamente, surgieron voces de oposición al proyecto dentro de la Compañía Zhongyi. Los impugnadores afirmaban que la compañía iría a la bancarrota si los 7.5 millones de dólares de inversión no se correspondían con los ingresos en taquilla. Objetaban para sustentar su oposición que si sólo aparecían dos tenores en Beijing, el concierto sería un fracaso. Se perdería, afirmaban, todo el dinero adelantado a Rudas.

Lágrimas de Chen convencieron a ministro de Cultura

Sintiéndose aplastada por las circunstancias, Chen fue a llorar a moco tendido en la casa del Ministro de Cultura. A estas alturas del diálogo con Chen me percato que es una mujer de mediana edad capaz de llorar con lamentos desgarradores más que con lágrimas. Esta realidad contrasta en buena medida con la imagen que suele dejar en su interlocutor, quien percibe encontrarse ante una mujer culta, con una compostura para todo tipo de situaciones difíciles. Alguien que puede sobrellevar con una dosis de parsimonia cualquier contrariedad, o soportar a la persona más inoportuna.

El ministro Sun Jiazheng convocó al personal correspondiente de inmediato para presentar una solicitud al Ministerio de Relaciones Exteriores con respecto al concierto. De esta forma, el tema, que por un tiempo languideció por falta de atención debida, retomó su impulso inicial. Como variante, se reajustó la fecha para la celebración del recital.

Partido Comunista en Beijing ofrece sugerencias

A partir de ese momento, comenzaron a involucrarse nuevas personalidades y entidades, entre ellos dirigentes del gobierno municipal de Beijing y del comité de solicitud de la sede olímpica para 2008. El 18 de octubre de 2000, el alcalde de Beijing, Liu Qi, se pronunció porque el concierto se vinculara a las aspiraciones olímpicas de la urbe. El 15 de noviembre, el secretario del comité municipal del Partido en Beijing, Jia Qinglin, opinó que el evento podría tener lugar cerca de la Plaza Tian'anmen. "Jia, recordó Chen, me hizo varias sugerencias. En lo relativo al sitio se pronunció por la puerta Wu Men". "Si se hace en la plaza Tian'anmen", me dijo, "se afectará el tránsito. Pero en Wu Men estará garantizada la celebración del concierto en la Ciudad Prohibida".

El 30 de noviembre de 2000, la compañía Zhongyi, y la red de televisión Dongfong de Hong Kong, firmaron oficialmente el contrato con la firma representante de los Tres Tenores y comenzaron a pagar según el acuerdo.

Al firmar, Rudas dijo que, de acuerdo con la práctica establecida, el concierto debía ocurrir un sábado. Se decidieron por el 23 de junio, que casualmente coincide con el día olímpico internacional.

El vicepresidente del comité de solicitud de Beijing, Jiang Xiaoyu, dijo a Chen con mucho entusiasmo: "esto nos viene que ni caído del cielo."

Rudas apostó 10 mil dólares a favor del otorgamiento de la sede olímpica a Beijing

Rudas, a quien Chen describió como un "viejo imperialista" en la mesa de negociaciones, adoptó con posterioridad una estrategia diferente en su trato con ella. El representante apostó 10 mil dólares contra uno de Chen. Rudas le dijo muy serio: "prepárate para enviarme el dólar que vas a perder." Chen considera que Rudas es muy astuto en el campo de los negocios. Si se atrevió a apostar semejante cantidad es porque sabe de seguro que va a ganar.

Cuando aún resuena el eco de los tenores ya se habla de la versión en chino de Turandot

Durante la conferencia de prensa por la celebración del concierto, Rudas se comprometió a promover la puesta en escena de la versión china de Turandot, en colaboración con el Teatro Central de la Opera de China. Tras terminar el concierto, la versión china de Turandot, que sería una especie de producto derivado del superconcierto de Domingo, Carreras y Pavarotti, ya se estaba cocinando cuando los cantantes apenas salían de China. El 24 de junio por la tarde, Tibor Rudas y el director de escena del concierto Janos Ax, participaron en la selección del elenco artístico para dicha puesta en escena. Muchos cantantes de Beijing, incluidos los miembros del Teatro Central de la Opera de China, fueron tomados en cuenta.

El 24 por la noche, ante la insistencia de la prensa, Ax reveló que en este viaje a Beijing aceptó la propuesta de Tibor Rudas de dirigir la versión china de Turandot. Dijo que en la audición del día 24 descubrió voces de alta calidad. Como desconocía a la gran mayoría de los participantes, sólo se le grabó el nombre de Dai Yuqiang. Interrogado sobre si el protagónico femenino de Turandot será asignado a una de las cantantes que compartieron el escenario con los tres tenores, Ax respondió: "No. Hemos encontrado otros talentos vocales femeninos". En cuanto a Dai Yuqiang, señaló: "Le he advertido que contenga un tanto la emotividad por su elección. Debe estudiar más para enfrentar la aguda competencia en el Teatro de la Opera en Italia". Ax reveló también que enviará a Italia a los seleccionados para un curso de perfeccionamiento de tres meses, durante los cuales Luciano Pavarotti fungirá como asesor del grupo.

Al hablar sobre la orquesta sinfónica y el coro del Teatro Central de la Opera de China, Ax señaló: "Necesitan familiarizarse con un mayor número de óperas italianas. A partir de septiembre de este año, estaré en Beijing para asesorar en este sentido a ambas agrupaciones." "Todavía no puedo confirmar la fecha exacta de presentación de la ópera, pero sí les adelanto que ocurrirá en algún momento del año próximo".






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