INFORME SOBRE LA EJECUCION DEL PLAN DE DESARROLLO ECONOMICO Y SOCIAL DEL 2000 Y SOBRE EL PROYECTO DE PLAN DE DESARROLLO ECONOMICO Y SOCIAL PARA EL AÑO 2001(I)


Estimados diputados:

Por encargo del Consejo de Estado, voy a presentar ante esta sesión de la Asamblea el informe sobre la ejecución del plan de desarrollo económico y social del 2000 y sobre el proyecto de plan de desarrollo económico y social del 2001, con el propósito de que ustedes lo examinen y discutan, y de que los honorables miembros del Comité Nacional de la Conferencia Consultiva Política del Pueblo Chino hagan sus observaciones al respecto.

I. EJECUCION DEL PLAN DE DESARROLLO

ECONOMICO Y SOCIAL DEL 2000

El año pasado, las diversas etnias de todo el país, bajo la acertada dirección del Partido Comunista de China, unieron sus esfuerzos en la lucha, cosecharon notables éxitos en el desarrollo económico y social y dieron un giro importante al funcionamiento de la economía en su conjunto para situarla en un círculo positivo. La ejecución del plan del año pasado fue satisfactoria.

La economía nacional se desarrolló con relativa rapidez y la calidad y la eficiencia de este desarrollo mejoraron incesantemente. El producto interior bruto alcanzó los 8.940.400 millones de yuanes, lo que supone un aumento del 8% respecto al año anterior, con un margen de aumento de 0,9 puntos porcentuales. El índice general de los precios dejó de caer para volver a ascender y el índice de precios al consumo subió un 0,4%. Las empresas industriales situadas por encima de las normas de magnitud requerida obtuvieron unos beneficios de 426.200 millones de yuanes, es decir, un aumento del 86,2% en relación con el año anterior. De este monto, 239.200 millones de yuanes correspondieron a las empresas de propiedad estatal y los holdings del Estado, lo que significa un incremento del 140%. La tasa de venta de los productos industriales fue del 97,71%, lo que supone un aumento de 0,46 puntos porcentuales en relación con el año anterior.

El reajuste de la estructura económica avanzó activamente y la oferta efectiva se fortaleció aún más. Se produjeron nuevos avances en el reajuste de la estructura agrícola. Se amplió considerablemente la superficie de siembra de trigo de elevada calidad para usos especiales, de arroz tempranero y de soya de alta calidad. Cuando el país sufrió graves sequías, el volumen total de la producción cerealícola llegó a 462.500 millones de kilos. La producción de los cultivos importantes empezó a desplazarse hacia las zonas más aventajadas. Se incrementó de forma constante la producción de carne, aves de corral, huevos, leche y productos acuáticos. Las industrias de alta tecnología registraron un desarrollo acelerado, lo que las convirtió en nuevos focos de crecimiento económico. En el sector de las telecomunicaciones, el valor global de la manufactura de artículos electrónicos rompió por primera vez la barrera del billón de yuanes, lo que posibilitó que este sector ocupara el primer puesto en la industria manufacturera del país. La fabricación de teléfonos móviles se incrementó en un 130%, y la producción de circuitos integrados de semiconductores, en un 51,5%. La cobertura tanto de la telefonía fija como de la móvil ocupó el segundo puesto mundial. La construcción de un sistema de innovación tecnológica basado en las empresas se intensificó en mayor medida y se concluyeron acuerdos sobre 140.000 proyectos de cooperación mediante la asociación de empresas, centros docentes e instituciones de investigación científica. En la industria textil, el centro de gravedad del reajuste estructural pasó gradualmente de la reducción y la eliminación de las fuerzas productivas atrasadas a la elevación de la calidad y la categoría de los productos, lo que contribuyó a fortalecer la competitividad de cierto número de empresas. Las industrias hullera, siderúrgica, petrolera, química, mecánica, azucarera, de producción de materiales para la construcción, etc., también registraron avances decididos en la eliminación de las fuerzas productivas obsoletas y en la aceleración del reajuste de su estructura de producción.

La inversión en activos fijos se incrementó a paso seguro y se lograron notables resultados en la ejecución de los proyectos financiados con bonos del Estado. Las inversiones del conjunto de la sociedad en activos fijos fueron de 3.261.900 millones de yuanes, cifra que representa un aumento del 9,3% en relación con el año anterior; las inversiones en la construcción de las infraestructuras de la industria electrónica y del sector de servicios técnicos para la investigación científica aumentaron en un 48,9% y un 19,2%, respectivamente; las inversiones en transformación tecnológica se incrementaron en un 13,2%; y las inversiones en el Oeste del país aumentaron en un 14,4%, es decir, 6,1 y 0,6 puntos porcentuales más que en el Este y el Centro.

La emisión adicional de bonos del Estado por parte de la hacienda central desempeñó un importante papel en la promoción del desarrollo económico y social. En los últimos tres años, la emisión de bonos del Estado a largo plazo destinados a la construcción totalizó 360.000 millones de yuanes. Esta cantidad, junto con los fondos complementarios de los gobiernos locales, los departamentos y las empresas, así como los préstamos concedidos por los bancos, sumó 750.000 millones de yuanes, lo que permitió concentrar los recursos en la ejecución de varios proyectos importantes que habíamos intentado llevar a cabo años atrás pero que no estábamos en condiciones de realizar. En primer lugar, se aceleró la construcción de infraestructuras: se consolidaron más de 16.000 kilómetros de diques a lo largo de los grandes ríos y alrededor de los grandes lagos; la superficie de los regadíos de bajo consumo de agua aumentó en 65 millones de mu; se construyeron y abrieron al tráfico 174.000 kilómetros de carreteras, de los cuales 10.230 kilómetros son autopistas; se tendieron 2.070 kilómetros de líneas ferroviarias; se culminaron en lo fundamental la construcción y la transformación de las redes eléctricas rurales en 1.000 distritos (distritos urbanos y municipios); se construyeron y transformaron cerca de 2 millones de kilómetros de líneas de transmisión eléctrica de alta y baja tensión; los silos nacionales, construidos o en vías de construcción, alcanzaron una capacidad superior a los 35.000 millones de kilos; se mejoraron tanto el suministro de agua potable, calefacción central y gas, como el tratamiento de las aguas residuales de las ciudades. En segundo lugar, se promovieron el progreso tecnológico de las empresas y la elevación de su categoría industrial; se prestó apoyo a la ejecución de más de 300 proyectos para la industrialización de las altas tecnologías y se incluyeron 880 proyectos en el plan de transformación tecnológica prioritaria financiada con los fondos provenientes de los bonos estatales, cuyo pago de intereses corresponde al Estado. En tercer lugar, se fortalecieron la construcción ecológica y la protección ambiental; se iniciaron obras experimentales para el saneamiento integral del ecosistema y la protección de los recursos de los bosques y las praderas naturales en las zonas clave, así como para la devolución de campos de cultivo ubicados en laderas a la silvicultura y a la praticultura en las regiones del Centro y el Oeste del país; se reforzó el control de la contaminación ambiental de Beijing y se emprendió la modificación de las condiciones de las zonas donde se originan las tormentas de arena que afectan a Beijing y Tianjin; se ejecutaron 44 proyectos de control de la contaminación del agua en las cuencas de los ríos Huaihe, Haihe y Liaohe, y en los lagos Taihu, Chaohu y Dianchi. Gracias a todo ello, los ecosistemas de estas zonas prioritarias comenzaron a mejorar. En cuarto lugar, se impulsó el desarrollo de las diversas actividades sociales; se realizaron 694 proyectos de infraestructura para la enseñanza, la experimentación y la investigación científica, y se mejoraron las condiciones docentes de los centros de educación superior; las localidades y los departamentos perfeccionaron incesantemente las medidas para la administración de los proyectos financiados con bonos del Estado, reforzando al mismo tiempo la fiscalización de los proyectos más importantes; se investigaron y trataron con seriedad los casos de desvío de fondos de construcción a otros fines y de violación de las normas de operación referentes a la concesión de contratos, así como las obras que adolecían de graves problemas de calidad, lo que garantizó la calidad de los proyectos y la utilización correcta de los fondos asignados.

El consumo siguió incrementándose de manera sostenida y las condiciones de vida del pueblo continuaron mejorando. El volumen total de la venta al por menor de artículos de consumo llegó a los 3.415.300 millones de yuanes, lo que supone un aumento real del 11,4%. Se configuraron paso a paso nuevos sectores de consumo como la vivienda y el turismo. Los gastos individuales en la adquisición de viviendas construidas para su comercialización aumentaron en un 50,6%, lo que representa un 84,8% del total de la venta de viviendas comercializables. La Fiesta de la Primavera y los días festivos del Primero de Mayo y el Primero de Octubre pasaron a ser “Semanas Doradas” para el consumo vacacional. En todo el año pasado, 740 millones de ciudadanos realizaron viajes turísticos; las entradas por este concepto sumaron 317.600 millones de yuanes, lo que representa un aumento del 12,1%. Los ingresos disponibles de los habitantes de las ciudades y los poblados, y los ingresos netos de los campesinos llegaron a 6.280 y 2.253 yuanes per cápita, respectivamente, lo que significa un aumento real del 6,4% y el 2,1% tras descontar el factor de precios. La superficie de vivienda por habitante llegó a 10m2 en las ciudades y a 25m2 en el campo. El programa de educación obligatoria en las zonas pobres hizo progresos. Se intensificaron los esfuerzos encaminados a promover la ayuda a las zonas con escasos recursos mediante la explotación; disminuyó continuamente la población pobre de las zonas rurales que no han resuelto el problema de su alimentación y vestido; y se alcanzó en lo fundamental la meta fijada en el “Plan septenal de ayuda a los 80 millones de habitantes pobres”.

Los ingresos fiscales aumentaron considerablemente y las actividades financieras se desarrollaron con normalidad. Los ingresos fiscales del país ascendieron a 1.338.000 millones de yuanes, lo que representa un aumento del 16,9% en relación con el año anterior, mientras que los gastos se elevaron a 1.587.900 millones, es decir, aumentaron un 20,4% con respecto a dicho período. Comparando los ingresos y los gastos fiscales a escala nacional, se constata que los segundos sobrepasaron a los primeros en 249.900 millones de yuanes. El déficit de la hacienda central fue de 259.800 millones de yuanes, lo que supone 20.000 millones de yuanes menos que lo establecido en el presupuesto reajustado, mientras que el superávit de las haciendas locales fue de 9.900 millones de yuanes. Continuó aplicándose una política monetaria prudente y se siguió una política crediticia para orientar el destino de los préstamos. Al finalizar el año, los volúmenes de emisión monetaria en sentido amplio (M2) y en sentido restringido (M1) habían crecido un 12,3% y un 16%, respectivamente; el volumen neto de moneda puesta en circulación a lo largo del año se mantuvo por debajo de los 150.000 millones de yuanes. El saldo total de los diversos préstamos concedidos por las instituciones bancarias fue de 9.900.000 millones de yuanes, es decir, se produjo un aumento de 1.300.000 millones en el mismo año. Se puso en vigor el sistema de cuentas de ahorro abiertas con el nombre real del titular. Al finalizar el año, las reservas de divisas del Estado ascendían a 165.600 millones de dólares, 10.900 millones más que el año anterior.

Se cumplió, en lo fundamental, el objetivo de reformar las empresas de propiedad estatal y de ayudarlas a superar sus dificultades en un plazo de tres años, y se profundizó la reforma en otros terrenos. El trabajo para establecer el sistema empresarial moderno en las empresas grandes y medianas clave del Estado hizo considerables progresos. Se llevó a cabo la “conversión de créditos impagables en acciones”; se amplió la magnitud de la cotización de las empresas en bolsa; y se asignaron consejos supervisores a las grandes empresas estatales clave. Todo ello contribuyó a la transformación de los mecanismos de operación de las empresas estatales y a la mejora de su gestión. A finales del 2000, dejaron de ser deficitarios más del 70% de los 6.599 holdings estatales y grandes y medianas empresas industriales de propiedad estatal que hasta finales de 1997 habían funcionado con pérdidas. Asimismo, se aceleró la implantación del sistema de seguridad social. También se intensificó el trabajo para asegurar el pago puntual e íntegro de los subsidios de subsistencia que cobran los obreros y empleados de las empresas estatales desplazados de sus puestos de trabajo, así como de las pensiones que perciben los trabajadores jubilados y retirados. La cobertura del sistema de pago de pensiones en forma de gestión socializada superó el 90% de los jubilados y retirados. Se implantó gradualmente el sistema de seguros de desempleo y empezó a entrar en vigor el sistema de seguros para la asistencia médica básica.

La reforma de los precios se intensificó aún más. En las localidades donde se llevaron a cabo la transformación de las redes eléctricas y la reforma del mecanismo de suministro eléctrico para las zonas rurales, se introdujo paulatinamente el pago de iguales tarifas eléctricas por el uso de una misma red tanto en la ciudad como en el campo. Los precios de los carburantes se ajustaron gradualmente a los del mercado internacional. Se obtuvieron resultados en la ordenación de la administración de los productos farmacéuticos y de las tarifas de los servicios médicos. Se eliminaron 238 tipos de cobros relacionados con la circulación de vehículos motorizados. Se revisaron las tarifas de telecomunicaciones y se llevaron a cabo inspecciones especiales de las tarifas relacionadas con el turismo, el suministro de electricidad y de carburantes, los servicios de los organismos de seguridad pública y la educación primaria y secundaria en las zonas rurales.

La reforma de los sistemas de circulación de los cereales y del algodón hizo nuevos avances. Las empresas estatales encargadas de la gestión de los cereales enjugaron sus grandes déficits. Se estableció de forma preliminar el sistema de administración vertical de las reservas de cereales del Gobierno Central. Se intensificó la construcción de las instalaciones para el almacenaje de cereales y algodón. Por medio de subastas públicas, el Estado vendió una gran cantidad de existencias de algodón y de azúcar y, en consecuencia, la relación entre la demanda y la oferta, así como los precios de estos artículos se reajustaron eficazmente.

Comenzó a ejecutarse el plan estratégico de explotación a gran escala del Oeste. Se estudió y definió la planificación general de la explotación de las regiones occidentales y se adoptaron algunas políticas y medidas para llevarla a cabo. Se impulsó con dinamismo la construcción de obras hidráulicas, vías de comunicación e instalaciones para la explotación de los recursos energéticos en esas regiones. Se desarrollaron sin tropiezos los proyectos recién emprendidos, entre ellos el de las líneas férreas Xi´an-Nanjing y Chongqing-Huaihua, el de la línea férrea de carriles ligeros de Chongqing y el del gasoducto Sebei (Qinghai)-Xining-Lanzhou. Se aceleraron los trabajos iniciales de obras tan importantes como las del envío de gas y la electricidad del oeste al este. Se puso en marcha la construcción de diversos proyectos, como el de las centrales hidroeléctricas de Hongjiadu, Yinzidu y Wujiangdu (provincia de Guizhou), el de la central eléctrica de Xuanwei (provincia de Yunnan), cuya capacidad generadora será de 600.000 kw, y el del tendido de varias líneas de transmisión eléctrica de alta tensión. Se aceleró el ritmo de construcción de los grandes y medianos proyectos en ejecución. Se impulsaron con firmeza los experimentos piloto para la devolución de tierras de cultivo a la silvicultura y la praticultura; en las regiones donde éstos se llevaron a cabo, la superficie implicada sumó 11.290.000 mu; se plantaron árboles y se cultivaron prados en 7.870.000 mu de colinas y terrenos baldíos aptos para ello. Avanzaron sin tropiezos las obras de protección de los bosques naturales. Se desplegaron con paso seguro los trabajos de saneamiento integral para la prevención y el tratamiento de la desertización y para la conservación del agua y el suelo. Los departamentos científico-tecnológicos y educacionales intensificaron su ayuda a las regiones occidentales.

Las importaciones y las exportaciones aumentaron rápidamente y la utilización de fondos foráneos mejoró aún más. Libres de las influencias negativas de la crisis financiera de Asia, las importaciones y las exportaciones registraron un incremento, y la estructura comercial experimentó una mejora. El volumen de las importaciones y las exportaciones sumó 474.300 millones de dólares, cifra que representa un aumento del 31,5% en comparación con el año anterior. De esta suma, el 27,8% correspondió al aumento de las exportaciones y el 35,8%, al de las importaciones. La exportación de productos mecánicos y eléctricos totalizó 105.300 millones de dólares, es decir, registró un incremento del 36,9% y representó un 42,3% del total de las exportaciones. La exportación de productos de altas y nuevas tecnologías se incrementó en un 50%, lo que supone un 14,9% del total de lo exportado. La importación de equipos mecánicos, materias primas, materiales y productos industriales semielaborados inexistentes o escasos en nuestro país, registró un crecimiento relativamente rápido.

La utilización de fondos extranjeros mejoró. Los proyectos de inversión foránea aprobados recientemente se incrementaron en un 32,1% respecto al año anterior, mientras que los fondos foráneos contratados aumentaron en un 51,3%. La cuantía de los fondos de este tipo utilizados en términos reales fue de 59.000 millones de dólares, de los cuales 40.700 millones correspondieron a inversiones directas del exterior. Cierto número de grandes grupos empresariales cotizaron con éxito en las bolsas extranjeras. Se impulsó la estrategia de apertura de “salir al exterior”, con el fin de ofrecer orientación e incentivos a las empresas nacionales que reúnan las condiciones necesarias para que inviertan en el exterior. Se hicieron progresos en los proyectos de cooperación con el exterior para la explotación de recursos, la producción y el procesamiento; y también aumentó el número de proyectos destinados al desarrollo y la investigación de altas y nuevas tecnologías. Se lograron importantes avances en las relaciones económicas y comerciales multilaterales y bilaterales; las negociaciones sobre la incorporación de nuestro país en la Organización Mundial del Comercio entraron en su última fase.

Se avanzó en la aplicación de la estrategia de vigorizar el país por medio de la ciencia y la educación y se hicieron progresos integrales en todas las esferas de la actividad social. Se registraron avances espectaculares en algunos campos de la ciencia y la tecnología. El exitoso lanzamiento del satélite meteorológico Fengyun II convirtió a China en el tercer país capaz de investigar en este terreno, de construir satélites meteorológicos y de ponerlos en órbitas sincronizadas con el Sol y en órbitas geoestacionarias. Las investigaciones sobre el arroz superhíbrido obtuvieron importantes éxitos. Los principales índices y propiedades técnicas del Shenwei I, un sistema de computador en paralelos de gran escala, alcanzaron un nivel internacional avanzado. Se pusieron en funcionamiento las redes de banda ancha y de alta velocidad. China ya ocupa el primer puesto mundial en la creación de sistemas electromagnéticos activos (AEMS). El éxito alcanzado por China en la investigación y la fabricación independientes de su primer androide situó la robótica de nuestro país entre las más avanzadas del mundo. La reforma de la administración de las instituciones científico-tecnológicas logró un desarrollo importante. Las empresas científico-tecnológicas no públicas emergieron con velocidad y se impulsó de forma paulatina la implantación del sistema nacional de innovación.

La educación experimentó un desarrollo general en sus diversos niveles y modalidades, y la educación de calidad avanzó de forma ininterrumpida. Se generalizaron en lo fundamental los nueve años de enseñanza obligatoria; las zonas aprobadas por su trabajo realizado al respecto llegaron a cubrir el 85% de la población; la tasa de analfabetismo entre los jóvenes y los adultos descendió y se situó por debajo del 5%. De esta manera, se alcanzaron de forma preliminar los objetivos fijados tanto para la educación obligatoria como para la alfabetización. La reforma de la administración de la enseñanza superior registró un importante desarrollo. Los centros de enseñanza superior generales admitieron a 2.210.000 estudiantes, cifra que significó un aumento de 610.000 estudiantes en comparación con el año anterior. Se amplió con rapidez la formación universitaria de adultos. Los objetivos fijados para la primera fase del “Programa 211” se cumplieron dentro de los plazos previstos.

Se aceleró el desarrollo de la cultura, el arte, la prensa, la edición, la radio, el cine, la televisión, las ciencias sociales, la planificación familiar, la sanidad, el deporte, la protección de patrimonio cultural y otras actividades sociales. La cobertura global de la radio y la televisión fue del 92,1% y el 93,4%, respectivamente. El índice del crecimiento demográfico vegetativo fue del 6,4‰. Se logró un notable éxito en la reforma de los sistemas farmacéutico y sanitario. Se intensificaron sin cesar los esfuerzos tendentes a fomentar la civilización socialista en lo espiritual y a promover la democracia y la legalidad socialistas. En los XXVII Juegos Olímpicos, los deportistas chinos obtuvieron los mejores resultados en la historia de su participación en este magno evento deportivo, lo que ha estimulado el fervor patriótico entre el pueblo de todo el país, y ha fomentado su espíritu de unión en la lucha.

Los éxitos alcanzados durante el año 2000 en el desarrollo económico y social nos han costado mucho trabajo y se han logrado gracias a que el pueblo de todo el país con esfuerzos mancomunados ha aplicado concienzudamente una serie de acertadas decisiones de la dirección central. Estos éxitos no sólo marcan el feliz cumplimiento del IX Plan Quinquenal y la consecución de las metas estratégicas establecidas para la segunda etapa de la modernización del país, sino que han sentado una base sólida para el cumplimiento de la tercera etapa. Al mismo tiempo, somos plenamente conscientes de que en la actual vida económica y social aún existen contradicciones y problemas que no podemos pasar por alto. Todavía no contamos con un mecanismo completo que garantice el normal incremento de la demanda efectiva, y la base para un nuevo crecimiento económico todavía no está consolidada. Las inversiones de la sociedad son poco activas; aunque las inversiones colectiva, privada e individual han aumentado en cierta medida, éstas siguen desempeñando un papel limitado en el incremento de las inversiones de los diversos sectores sociales; existen aún algunos factores que restringen el aumento del consumo y, sobre todo, son necesarios mayores esfuerzos para estimular el consumo en las zonas rurales; la estructura de las exportaciones no es del todo racional y una parte de los productos destinados a la exportación son poco competitivos. La agricultura carece de capacidad suficiente para afrontar las calamidades naturales; los precios de los productos agrícolas han venido manteniéndose en niveles bajos; los ingresos de los campesinos aumentan lentamente e incluso han disminuido en algunas de las principales zonas cerealícolas. La estructura industrial no es del todo racional; las contradicciones planteadas por la excesiva capacidad de producción de la industria manufacturera de carácter general son aún bastante relevantes; el peso específico de las nuevas industrias que requieren una participación de altas tecnologías es reducido. No hay una coordinación satisfactoria en el desarrollo económico regional; el trabajo que hay que realizar para paliar en mayor medida la pobreza de la población rural que todavía vive en la miseria es aún bastante arduo. No se han introducido cambios radicales en los mecanismos de gestión de las empresas de propiedad estatal, su capacidad de innovación es escasa, y algunas de ellas funcionan con dificultades. La presión sobre el empleo en las ciudades y poblados se ha intensificado y más de 6 millones de empleados desplazados de sus puestos en las empresas estatales no han encontrado un nuevo empleo. En algunas zonas, los fondos para los seguros de la vejez no son suficientes y subsisten las dificultades para el pago normal de los salarios y las pensiones a los retirados y los jubilados. Se han agudizado en cierto grado las contradicciones que plantea la distribución irrazonable de los ingresos. En algunas regiones, han cobrado gran auge la fabricación y la venta de artículos falsificados, adulterados y de mala calidad, la evasión de impuestos y el fraude fiscal, el contrabando y la obtención fraudulenta de divisas; la credibilidad en la sociedad es escasa; a pesar de las repetidas prohibiciones, no dejan de darse casos de incumplimiento de las disciplinas financiera y económica. El que un reducido número de funcionarios del Estado se valgan de su poder para satisfacer sus propios intereses, incurran en la malversación de fondos y se entreguen a una vida de corrupción, lujo y despilfarro es un fenómeno que reviste cierta gravedad. Existen bastantes peligros latentes en la vida laboral; los accidentes de suma gravedad han causado cuantiosas pérdidas humanas y materiales. En ciertas localidades, la seguridad social deja mucho que desear. Los departamentos pertinentes han prestado gran atención a estos problemas y han adoptado y seguirán adoptando medidas para solucionarlos adecuadamente.

(continua)

----Zeng Peiyan

(Presidente de la Comisión Estatal de

Planificación para el Desarrollo)